jueves, marzo 31, 2011

La llegada de la modernidad (43)

El hereje y el cortesano de Matthew Stewart (p. 280)

"El mejor motivo para pensar que el argumento de Leibniz a favor del libre albedrío es tan pobre como parece es que es indistinguible del argumento de Spinoza contra el libre albedrío. Esta sorprendente coincidencia se hace evidente en el momento en que Leibniz baja la guardia y habla con franqueza. La voluntad, dice, 'tiene sus causas, pero dado que nosotros las ignoramos y que a menudo permanecen ocultas, nosotros nos creemos independientes... Es esta quimera de la independencia imaginaria la que nos hace rebelarnos contra la consideración del determinismo, y lo que nos lleva a creer que hay dificultades allí donde no las hay'. Estas palabras podría haberlas sacado directamente de la Ética, donde Spinoza escribe que 'los hombres creen ser libres... porque son conscientes de sus voliciones y deseos, pero ignoran las causas que les determinan a querer y a desear'. Leibniz era -y, por lo menos en la privacidad de sus cuadernos de notas personales, se comprendía a sí mismo como- un determinista."

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