viernes, marzo 11, 2011

La llegada de la modernidad (31)

El hereje y el cortesano de Matthew Stewart (p. 234)

"En ese punto, la diferencia respecto al concepto que tiene Spinoza de Dios apenas puede ser mayor -y este es precisamente el sentido de la visión del sueño. La diferencia se reduce a esta cuestión aparentemente simple: ¿Tiene Dios elección? Spinoza dice que no; Leibniz dice que sí. Spinoza dice que Dios solamente tiene un mundo donde elegir, a saber, el que se sigue ineluctablemente de su propia Naturaleza. Leibniz replica que Dios siempre tiene la opción de no crear el mundo; y cuando Dios decide seguir adelante con el proyecto, se enfrenta a una elección entre un número infinito de mundos posibles. El Dios de Spinoza no tiene necesidad de impedimentos antropomórficos como la voluntad o el intelecto, pues no tiene eleccciones a considerar ni resoluciones a afirmar. El Dios de Leibniz, por otra parte, se parece mucho más a nosotros: tiene que ser capaz de pensamiento y acción para llevar a cabo su elección. Finalmente, mientras que la Sustancia de Spinoza trasciende las categorías meramente humanas del bien y el mal, el Dios de Leibniz es el definitivo hacedor de buenas obras, mientras avanza entre todos los mundos posibles tratando de localizar al 'mejor' de ellos."

No hay comentarios.: