El hereje y el cortesano de Matthew Stewart (p. 234)
"En ese punto, la diferencia respecto al concepto que tiene Spinoza de Dios apenas puede ser mayor -y este es precisamente el sentido de la visión del sueño. La diferencia se reduce a esta cuestión aparentemente simple: ¿Tiene Dios elección? Spinoza dice que no; Leibniz dice que sí. Spinoza dice que Dios solamente tiene un mundo donde elegir, a saber, el que se sigue ineluctablemente de su propia Naturaleza. Leibniz replica que Dios siempre tiene la opción de no crear el mundo; y cuando Dios decide seguir adelante con el proyecto, se enfrenta a una elección entre un número infinito de mundos posibles. El Dios de Spinoza no tiene necesidad de impedimentos antropomórficos como la voluntad o el intelecto, pues no tiene eleccciones a considerar ni resoluciones a afirmar. El Dios de Leibniz, por otra parte, se parece mucho más a nosotros: tiene que ser capaz de pensamiento y acción para llevar a cabo su elección. Finalmente, mientras que la Sustancia de Spinoza trasciende las categorías meramente humanas del bien y el mal, el Dios de Leibniz es el definitivo hacedor de buenas obras, mientras avanza entre todos los mundos posibles tratando de localizar al 'mejor' de ellos."
viernes, marzo 11, 2011
La llegada de la modernidad (31)
Publicadas por Rlpr a las 7:00 a. m.
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