viernes, marzo 25, 2011

La llegada de la modernidad (39)

El hereje y el cortesano de Matthew Stewart (p. 244)

"Y sin embargo, a pesar de la política de tonos medievalizantes de su creador, las mónadas de Leibniz tienen también un perfil curiosamente moderno. La Ciudad de Dios es una monarquía, por supuesto, y Dios es el rey. Pero, entre sus moradores terrestres, impera cierta clase de igualitarismo. Todas las mónadas han sido creadas iguales; cada una de ellas encarna el Todo, y cada una refleja completamente la gloria de Dios: y por ello cada una posee ciertos derechos básicos de ciudadanía. De hecho, Leibniz se opone específicamente a la esclavitud, por ejemplo, en base a la igualdad de la mónadas. La igualdad universal de las mónadas también encuentra expresión en el profundo cosmopolitismo de Leibniz: 'La justicia es aquello que es útil a la comunidad, y el bien público es la ley suprema -una comunidad, sin embargo, debemos recordarlo, no formada por unos pocos, no la de una nación en particular, sino la de todos aquellos que forman parte de la Ciudad de Dios y, por así decir, del estado del universo'."

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