El hereje y el cortesano de Matthew Stewart (p. 146)
"En su nada sutil mensaje de 1675 al duque de Hanover, Leibniz se lamenta: "Un hombre como yo no tiene otra opción que buscar a un Gran Príncipe". Suspira por la llegada del día en que "habré llevado mi nave a buen puerto y no me veré obligado a correr detrás de nadie". Está seguro de que una modesta suma de dinero y un título correspondiente a su valía es todo lo que necesita para realizar su destino: "Pues la experiencia me ha enseñado que la gente sólo empieza a buscarte ansiosamente cuando tú ya no tienes necesidad de buscarlos a ellos".
Pero esta situación no llegó a darse. La nave de Leibniz nunca llegó a buen puerto. Y aunque acumuló cargos, títulos y ahorros suficientes como para ser considerado un hombre realmente acaudalado, nunca dejó de correr detrás de la gente en busca de más dinero y más seguridad. Para Leibniz, la vida fue una lucha constante contra los estragos del mundo material, una queja eterna contra la precariedad de la existencia -una realidad que se yuxtapone curiosamente con la optimista metafísica que publicó más tarde y según la cual todo sucede para bien en el mejor de los mundos, y el alma inmaterial permanece inmune ante todas las fuerzas exteriores.
Leibniz nunca lo vio como una forma de codicia; lo veía como una parte de su plan para hacer progresar a las ciencias y servir a Dios. Una y otra vez, mientras discutía con un patrono tras otro para reclamar el dinero que creía que le debían, mostraba auténtica consternación, como si estuviera asistiendo no sólo a un agravio que le hacían a él, sino como una injusticia a toda la humanidad, que sufriría innecesariamente si uno de sus mejores filósofos no podía conseguir el dinero que necesitaba para librarse de las preocupaciones materiales. Sus contemporáneos, sin embargo, parecían albergar pocas dudas al respecto. Eckhart, un hombre que por lo general era muy positivo, dice: "El amor de Leibniz por el dinero era casi sórdido"."
lunes, febrero 07, 2011
La llegada de la modernidad (8)
Publicadas por Rlpr a las 7:00 a. m.
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