jueves, febrero 24, 2011

La llegada de la modernidad (21)

El hereje y el cortesano de Matthew Stewart (p. 176)

"Esta desmesurada ambición nos lleva de nuevo a la paradoja que emergió por vez primera en la consideración del insólito comportamiento del joven Bento [Spinoza] en el contexto de su expulsión de la comunidad judía. Por un lado, la filosofía de Spinoza representa claramente una "transvaluación" de los valores tradicionales, para usar una frase Nietzsche. La religión dominante en la época de Spinoza -y posiblemente todas las religiones, consideradas de un modo general- prometen la felicidad a cambio de una virtud que no tiene nada de feliz. Spinoza, en cambio, dice que la felicidad es la virtud. La religión generalmente hace de la caridad el mayor de los bienes. Pero Spinoza identifica el interés propio como la única fuente de valor, y reduce la caridad a una de sus consecuencias secundarias. La religión tiende a reservar sus más generosos elogios a quienes se niegan a sí mismos los placeres del cuerpo. Pero Spinoza dice que cuanto más (verdadero) placer experimentamos, más perfectos somos. La religión nos dice que la felicidad es el resultado de la sumisión a una autoridad exterior -si no Dios, entonces sus representantes en la tierra. Spinoza reivindica con todas sus fuerzas que felicidad es libertad."

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