El lugar del lenguaje, la RAZÓN, es lo que es el hombre (su caracterización desde siempre). No Soma (cuerpo). Habitar una forma de vida sólo es posible en el logos, en el lenguaje. Es la actividad del hombre por excelencia. No una que se refiere a cosas, un hacer, sino a lo que el hombre ES. Wittgenstein: entender un lenguaje quiere decir saber lo que se dice con él. Entender es la articulación del DECIR con el SABER. Y eso era lo que estaba indicado cuando los medievales (Tomás) entendieron el lenguaje no como signo convencional (Aristóteles) sino como signo formal: articulación de lo que se dice con el saber. Y en esa articulación fluye directamente el significado. Heidegger llama a este fluir del significado así: el fluir del significado es el discurso, la REDE. Lo específico del lenguaje humano es que es logos: discurre, el hombre no solamente habla. “DISCURSO” sería la real traducción de logos ¿Y qué es lo que fluye en un discurso? Pensamiento, que no es lenguaje. Se articula en medio del lenguaje pero es ya modificado por el lenguaje mismo. Wittgenstein: el lenguaje impone su presencia. Ser locuaz no implica que el pensamiento sea profundo: así el pensamiento es diferente del lenguaje. Lenguaje – presencia, Pensamiento – discreto.
PD A propósito de mi examen final de MF el jueves :-) (Extractos de notas de clase, profesor Fernando Cardona)
martes, junio 03, 2008
Del decir y del pensar
Publicadas por Rlpr a las 4:16 p. m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario