Reporta PORTAFOLIO hoy sobre la bonanza que disfruta esta industria
Es indudable que hay un primer atractivo grande en no comer en casa: la carta, ¡Qué comemos hoy!, y un obstáculo similar: puede llegar a costarnos muchas más veces. Pero quizá no tanto y ahí puede estar la explicación del fenómeno (vamos a dejar por fuera de examen las ocasiones en dónde no hay opción, como la de millones de empleados que en las grandes ciudades no tienen ninguna oportunidad de almorzar en casa)
Lo que ahorro cuándo salgo - salimos a comer fuera:
1. Los alimentos, la energía para cocinarlos, el agua y detergentes para lavar los platos, ollas y cubiertos
2. El tiempo para ir de compras por los alimentos, para cocinarlos, para poner la mesa y servir, para recogerla y lavar los platos, ollas y cubiertos
3. En los dos puntos anotados, con familias pequeñas y personas solas se nota más la pérdida de eficiencia y las pérdidas reales
4. Hasta para el más experto en sabores y combinaciones la tarea de resolver durante 365 días un menú que resulte durante los 365 días satisfactorio y aplaudido por los comensales es simplemente irrealizable
5. Si se trata de agasajar a amigos o familia, la opción de hacerlo por fuera gana cuando escasea el tiempo (esta vez si se necesitará mucho más de lo normal) y también si no se desea exponer el hogar a la multitud para la cuál no esta éste diseñado; se reservará éste para las íntimas ocasiones
También al comer por fuera obtengo - obtenemos:
1. La atención y dedicación esmerada de un tercero: que pone la mesa, que trae y lleva, que explica y atiende solicitudes sonriente y agradecido
2. La experiencia de compartir el lugar de sentarse a la mesa con desconocidos: observar sus atuendos y comportamientos, lo que piden, oir lo que dicen y de quién, por ejemplo
3. Y el ambiente: esa combinación de luces, decoración, ventanas, música, uniformes, sillas y mesas que incita la imaginación a trasladarnos a otro lugar e incluso a otras épocas
¿Y todo esto explica el crecimiento del hábito?
El hombre es el animal más raro. Seguro si indagáramos con paciencia sus motivaciones para comer por fuera tendríamos material para una novela, no menos extravagante y desproporcionada que El Perfume. Así suele ser
viernes, mayo 11, 2007
¿Por qué crece el hábito de comer por fuera?
Publicadas por Rlpr a las 9:42 a. m.
Etiquetas: Mercadeo
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