El Ludwig von Mises Institute nos ofrece una muy interesante historia sobre las gaseosas en USA: a partir de su atributo de producto más importante: su sabor
"To the drinker who has imbibed foreign sodas... American soda is not delicious... Though some blame this phenomenon on the use of aluminum cans over glass bottles... to the trained tongue, the answer is clear: American soda is sweetened with artificially tasting high fructose corn syrup, while foreign sodas are made with natural cane sugar. Why would the American public accept such a mediocre substitute?..."
(el artículo es genial, espectacular)
¿Quién se iba a imaginar que en un único artículo sobre el prosaico tema de un producto más prosaico todavía fuera dable hablar de tanto (política, naturaleza humana, innovación, economía)?
¿Y quién se iba a imaginar que el ejemplo (de lo que no se debe hacer en marketing, ni en economía) estuviera situado en la tierra prometida del marketing?
¡Y quién se iba a imaginar que el producto - ejemplo estuviera situado en el epítome de los sectores que profesan el marketing!
(sorpresas nos regala la vida; y he ahí la chispa... ;-))
miércoles, septiembre 19, 2007
Innovación, productos, regulación, geopolítica, lobby (y Colombia)
Publicadas por Rlpr a las 6:00 a. m.
Etiquetas: Mercadeo
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