viernes, febrero 12, 2010

T.I.M.E. de cine: lo que no me gustó de Avatar

(El cine tiene que ser real puesto que real es la "vivencia" de los espectadores inmersos en la película; ahora bien, esta realización que decimos obliga al cine, no excluye por supuesto a la ficción, antes al contrario la convierte en su máximo aliado pues de otra manera nadie entraría a cine a ver lo que ya está viendo en la calle...)

Puesto así, lo que no me gustó de Avatar:

1. Es que presupone la existencia de otros mundos habitados por seres inteligentes lo cual es demasiado suponer y peor, es demasiado esperanzador; quiero decir: nos imaginamos que podemos aplazar, hasta ese momento del encuentro con "ellos", la discusión que necesitamos urgentemente, aquí y ahora, sobre el continuar con el arrasar y el no apreciar (colocar el precio correcto) a los bienes que producimos desde el depósito (hasta ahora) pródigo de la naturaleza (¿para qué hacer la discusión ahora si cabe imaginar otros depósitos pródigos allende estrellas?)

2. Es que presupone que nuestras capacidades de avance tecnológico nos podrán llevar hasta esos otros depósitos pródigos antes de que el depósito de la casa se acabe y con ello seamos nosotros los arrasados; no estoy poniendo fechas al asunto, pero está claro que nuestros avances tecnológicos, por espectaculares que nos parezcan siempre en principio, al cabo - y bien pronto -, terminan mostrando hartas carencias cuando no francos desaciertos en sus alcances; quiero decir: Avatar nos vende la idea de que la tecnología es la clave de solución de todo problema, ¡cuando ni siquiera estamos ciertos de los problemas!, ¡y tal eventual prodigiosa tecnología podría no surgir nunca por cuenta de nuestra dicha falta de foco! (mientras tanto, lo que realmente cabe esperar es que vayamos agravando nosotros, y/o simplemente se agraven los problemas, por la explotación ciega del depósito... ¿qué tal que nos alcance antes, por ejemplo, una nueva glaciación de origen erupción volcánica?)

3. Prueba adicional de lo anterior (de nuestra ceguera y consecuente narración prejuiciada plena de convencionalismos) son los roles protagónicos de Avatar: el científico neutral, el militar just efectivo/eficiente, el gerente lógico-obediente, y finalmente, el rebelde que sostiene su rebeldía no más desde su existencia individual, incapaz de proponer a la colectividad... ¡otra cosa qué cambiarse de colectividad!

PS. De James Cameron, y en esta su línea Sci-fi, me quedo de lejos con Terminator :-)

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