viernes, octubre 12, 2007

Las preguntas

Hoy en PORTAFOLIO Carlos Gustavo Álvarez G. nos trae, tres párrafos refrescantes y contundentes, su hipótesis de la mediocridad adulta por doquier, cuyo previsible resultado sería el estado de cosas que atestiguamos

Y el origen del problema estaría en el asesinato sistemático de la curiosidad; de la curiosidad que "dispara" en nuestro interior las preguntas, que cuando queremos expresarlas y compartirlas con otros (familia, amigos, ¿profesores?) se estrellarían con el triple muro de la ignorancia, la estupidez y la soberbia

Problema grave ciertamente, pues, ¿cómo se hace para avanzar entonces (progresar que llaman)? si siempre estarán ahí padres y profesores (y luego jefes con la máxima a flor de labios de "usted lo único que tiene que aprender a hacer, es a hacer caso")

Dejemos por lo menos planteadas, a propósito, dos preguntas:

¿Hay ciertos espíritus - individuos indomables que así tengan que callarse las preguntas siguen alimentando en su interior la curiosidad a toda costa? (habría que, no, identificarlos jamás, pues serían la esperanza)

¿Hay ciertos espíritus - individuos obsecuentes indolentes redomados que así puedan preguntar por siempre, siguen, por siempre, con su interior más vacío que el cerebro de una calavera? (habría que, no, perderlos de vista jamás, pues serían el límite de la esperanza)

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