Me gusta de sus columnas que escribe a medio camino entre el testamento (ahí les dejo...) y la investigación científica (obsérvese cómo... es aparente que...). Es imposible soltarlas una vez se comienza su lectura. Hay un ritmo que produce entre hipnósis y alelación, cuidadosamente interjectado con pesadas aterrizadas que nos hacen sacudir el polvo llano: el que hay y dónde deberíamos siempre procurar estar de pie. Eduardo Escobar escribe para decirle al que quiera oir ahora, que estamos en problemas; que no obstante toda la poesía y la reflexión de siglos, con poco contamos de cara a lo inefable. Que sin embargo ésto y aquéllo, vivir merece seguir escribiendo y cuidar de la figura de los vástagos de la pluma, más incluso que si fueran éstos vástagos de la propia existencia. Eduardo Escobar es un poeta que no se detuvo (trancó) en el ejercicio de sus posibilidades poéticas; y así pudo escribir columnas en prosa que le entran a uno más poéticamente que muchos versos. Que grato es todo ésto...
Un ejemplo:
El obispo Williamson
jueves, marzo 05, 2009
Eduardo Escobar - prosa de poeta columnista
Publicadas por Rlpr a las 8:28 a. m.
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