El sentido de las palabras en el diálogo

Suponga que usted llama a su esposa al celular y no recibe contestación; una y otra vez sus intentos de establecer comunicación son enviados al "buzón"; al rato, ella tampoco ha devuelto sus llamadas... Siendo usted una persona inteligente, rápidamente considerará todos los escenarios que explicarían el hecho, y actuaría en consecuencia: tal vez no haciendo nada en particular, esperando... Finalmente (al rato rato) su esposa le devuelve la llamada, y el escenario es que está todo bien, lo cual para usted es un alivio, pero, y de inmediato, es menester aclarar qué ha pasado; se da comienzo entonces a la comunicación entre usted y ella, que será determinante para el futuro de la relación (como con cualquier comunicación, como en cualquier relación)

Obsérvese la multitud de posible rutas y encrucijadas que deberán sortearse (y piénsese en las consecuencias de transitar por una u otra, por cualquiera de ellas):

1. Usted (o su esposa) pueden intentar aclarar qué pasó, de una vez por teléfono o dejarlo para cuando se encuentren cara a cara

2. Usted (o su esposa) pueden tomar la iniciativa e iniciar el diálogo para la aclaración; o pueden tomar la iniciativa de esperar a que el otro inicie el diálogo

3. Usted (o su esposa) pueden adoptar un tono casual para iniciar el diálogo, o uno más interrogatorio que exprese la molestia (si alguna) que el hecho les ha ocasionado

4. ¿Qué preguntar exactamente, si se decide alguno a preguntar? o ¿qué decir, si lo que se desea es "poner el tema"?

5. Alternativamente, ¿qué no decir ni dar a entender tampoco que no se quiere decir, para evitar sesgar los contenidos del diálogo?

6. Y antes que todo, ¿qué se quiere saber tal que se sepa cuando ya se sepa que se supo?

7. O alternativamente, ¿hay algo que no se quiera saber que por tanto se sepa qué no preguntar, qué no decir, mientras se dialoga?

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Por el diálogo puede llegar a escucharse mucho más que "la verdad", y el relato que surge de él puede contener más verdad (sobe la relación) que la misma certeza que tenemos de los hechos que dieron pie a éste, que en sí son poca cosa :-)