lunes, mayo 03, 2010

Porqué sí compraría (y usaría) una réplica de un reloj de marca

En una entrada anterior comentaba sobre las "películas piratas"...

El caso esta vez sería menos "delictuoso", en la medida que una réplica de un reloj "sólo comporta el robo de la marca y el diseño", es decir, el "delincuente" que fabrica la réplica, al menos tiene que esforzarse en la compra de materiales y en la elaboración del reloj (que viene a ser bastante más complicado que hacer la "copia pirata" de la película)

Esta vez voy a replantear la cuestión en estos términos: ¿Por qué el fabricante del reloj original no fabrica él mismo, al mismo tiempo, réplicas y originales (tal vez sí lo esté haciendo :-)? Pues si así hiciera vendería a altos precios los relojes originales a quienes pueden pagar por ellos y a bajos precios las réplicas a quienes tengan un bolsillo más exiguo. Obviamente el problema de un proceder tal sería ¿y qué distingue entonces la réplica del original?, pues si nada los dintingue (ambos los fabrica el mismo productor), nadie compraría los relojes de alto precio. Ésta de hecho, es la pregunta correcta, pues la respuesta de que a la réplica la distingue del original el quien la fabrica es un argumento totalmente insuficiente; capaz hasta las réplicas de los "delincuentes" sean mejor fabricadas que los originales (en términos meramente especulativos: como no tienen que gastar en diseño y marca, que se los "roban", podrían gastar más en materiales y procesos de fabricación)

Es un hecho que, en términos meramente especulativos, eventualmente nada distingue la réplica del original, sólo su precio, por eso no puedo evitar pensar que es mejor negocio comprar y usar una réplica

Algo similar y más drástico ocurre con los llamados medicamentos genéricos, réplicas ellos de los originales desarrollados en algún momento por un laboratorio que invirtió tiempo, dinero y esfuerzos varios, y corrió riesgos, para dar a luz dicha original creación. El otro laboratorio, que sólo debe invertir en el proceso productivo y las materias primas para "sintetizar la molécula", puede luego venderla a un precio mucho menor (eventualmente dicho laboratorio pagará regalías por un tiempo al creador del medicamento original, dueño éste de una patente que le otorga un monopolio de derecho al usufructo de su creación)

Por otra parte, es obvio que si no se vendieran suficientes "originales", al precio de "originales", con el tiempo dejarían de crearse más "originales", puesto que ¿quién querría crear nada si no hay una recompensa por hacerlo, por hacerlo bien, por hacerlo primero que otros?

Y por otra parte, es obvio también, que si no hubieran réplicas (o medicamentos genéricos) de bajo precio, muchos menos de nosotros podríamos disfrutar de sus beneficios, lo que en el caso de los relojes puede no tener muchas ni graves consecuencias, pero en el de los medicamentos quizá si

***

Todo este problema viene a ser parecido al que resulta cuando se prepara una opípara cena, pero se deja de invitar a algunos, a quienes entonces sólo les cabe salivar e imaginar las delicias del festín:

1. Es un hecho que en principio es muy difícil invitarlos a todos

2. Es un hecho que no por lo difícil que resulte 1. se va a dejar de hacer la opípara cena

3. Es un hecho que los no invitados en principio van a arreglárselas para "replicar" en adelante, de alguna forma, su propia cena :-)

No hay comentarios.: