Puede que a todos les gusten los resultados de la innovación cuando ésta "sale bien" pero definitivamente no todos están dispuestos a "apostar" para que tal ocurra. La no disposición puede ser evidencia de timidez, pero también de conformidad con el estado de cosas, ¿a qué mejorar lo que no parece estar tan mal?
El carácter innovador anhela mejorar más allá de lo imaginable lo que ya, para muchos, es suficientemente satisfactorio. El carácter innovador no concibe que la perfección sea alcanzable, y que por tanto haya de cesar en algún momento (en todo momento) el movimiento hacia algo aún mejor. El carácter innovador, que ve todo y a todas horas como susceptible de cambio, estima no sólo que el cambio es deseable y posible, sino además urgente: ha de cumplirse en vida, en la de su generación
Hay también por supuesto entonces el carácter conservador (dicho ésto en el sentido de la estimación de la estabilidad y la quietud). Y se puede determinar simplemente por oposición al carácter innovador
Ahora bien, ¿qué explica la presencia de uno u otro en cada quien?, ¿qué origina la oscilación entre uno y otro en algunos?, ¿qué ocurre cuando estos dos caracteres opuestos se enfrentan desde estrategias y empresas en competencia?
Las organizaciones son lo que es su gente hoy, y en alguna medida lo que ha sido su gente antes: una organización tiene siempre el carácter que se merece; pero así mismo también, puede siempre escoger llevarlo a su opuesto (en tal consiste eso que llamamos E L C A M B i O)
viernes, noviembre 13, 2009
El carácter innovador
Publicadas por Rlpr a las 7:00 a. m.
Etiquetas: Estrategia, Mercadeo
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario