Antitipia (Del gr. άντιτυπία, resistencia)

Esta palabra se me vuelve importante; se ha usado para designar la propiedad de impenetrabilidad de los cuerpos extensos: donde se halla uno no se puede hallar otro al mismo tiempo. No me preocupan los cuerpos inertes sino el mio y el de mis semejantes, que andamos con nuestros huesos de un lado para otro, de aquí para allá y de allá de vuelta para acá durante toda la vigilia... El asunto es que la tal antitipia es una molestia; es la causa de los trancones por ejemplo y del mal genio que éstos conllevan pues nadie conserva el buen genio si le toca esperar y esperar a que otros pasen - y nunca acaban de pasar - y nuestro tiempo se esfuma, y hemos de hacer mil cabriolas para llegar a cualquier parte, tarde por supuesto...

Hay un atentado contra la libertad en todo ésto, contra una insignificante si se quiere (en comparación con otras tenidas por más vitales) pero igual contra la más elemental: la de poder escoger y luego cumplir con la escogencia, de adonde estar, adonde ir y venir según mis necesidades o no más porque me da la gana...

Es un hecho que el problema tiene origen al tiempo en la cada vez mayor cantidad de cuerpos antitípicos por ahí circulando de una parte y en las concentraciones que de éstos convoca la vida moderna precisamente a ciertas horas y en ciertos lugares de otra. De manera que es un problema de "diseño de la vida moderna" y también uno del "jurgo" que hemos llegado a ser en la vida moderna. Algo habrá que hacer y pronto, porque la molestia señalada atrás la verdad es que va tornando invivibles las más prosaicas actuaciones del día a día (y ya no sólo en las vías de los carros, que en los andenes y en general en la vía de a pie comenzó hace rato a acontecer lo mismo). Antes que el planeta se nos desbarate (y con él nosotros y nuestro futuro) por el cambio climático, la sed o el hambre, nos vamos nosotros mismos a hacer insufrible la existencia no más por los a cada paso recibidos empellones, pisotones y vahos de múltiple origen (etc.) :-(

PS Ahora que tantos andan con un maletín a la espalda el asunto se ha exacerbado, pues las dimensiones del cuerpo, sin que mejoren un ápice las del espíritu, se han extendido :-(