La revista DINERO en un interesante artículo de su sección ON LINE reporta y comenta sobre las cifras de lectores y circulación de los principales periódicos de Estados Unidos durante el 2005. Las referencias a Internet son continuas (la palabra aparece 11 veces, incluida una en el título). No podía ser de otra forma, el contenido en la Web, el de los mismos periódicos y el de millones de editores aficionados (como el suscrito), se ha venido convirtiendo en un sustituto inatajable frente a la edición impresa.
El asunto de fondo es que el ingreso de los periódicos viene desmejorando y, entre otras consecuencias detestables, esto implica la reducción de la nómina de periodistas (y demás talentos creativos) lo que previsiblemente ocasione a su vez una baja en la calidad y cobertura de sus contenidos.
La paradoja (aparente) es que la audiencia no disminuye, al contrario, más gente lee, sobre más temas, en más sitios (pero Web). Tiene sentido. El suscrito por ejemplo este 2006 decidió no seguir comprando la edición dominical de su periódico favorito. Hizo cuentas y el ahorro logrado le alcanza para pagar dos mensualidades de la banda ancha. Además con el contenido en Internet resulta más fácil (osea más rápido) buscar, archivar, compartir, etc.
Los periódicos impresos nacieron y prosperaron al cobijo de anuncios publicitarios y avisos clasificados, que por cierto no han desaparecido pero si se han venido trasladando, sin prisa pero sin pausa, a la Web. ¿Entonces? Entonces acontece que ahora es Google quien tiene la batuta: éste, en "tiempo real" (osea al instante) y en cualquier coordenada del universo (del virtual claro está), coloca en los ojos del lector (y dentro de poco en los oidos) el mensaje por el cual el anunciante pagará. Comparte sus ingresos en algunos casos (cuando el anuncio se despliega junto al contenido de un tercero - programa AdSense) y en otros no (cuando el anuncio se despliega junto a los resultados de sus populares búsquedas o en el ahora no menos popular correo - e, gmail). Todo esto existía antes de Internet. Búsquedas se hacían por ejemplo en el libro gordo de las páginas amarillas. Y se escribían y enviaban cartas; pero sin esa inteligencia neutra, de Google, que "lee" su contenido sin que nadie lo lea en realidad, para entonces en vez de la antigua estampilla y el odioso matasellos, cobrarnos el servicio mediante el despliegue conveniente del anuncio pagado.
Google y los ISP que proveen la banda ancha son solo dos ejemplos de compañías y servicios que están recaudando lo que antes iba a los periódicos. Es que antes no había muchas opciones para anunciar, o buscar la noticia, y ahora las hay por millones, tanto para anunciar, como para hallar la noticia. Las gracias de la tecnología.
miércoles, enero 25, 2006
PERIÓDICOS: ¿PAPEL o PANTALLA?
Publicadas por Rlpr a las 11:33 a. m.
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