Leyó el nombre "Nivea" y exclamó:
"¡Uy "ni vea", eso sí que debe ser horroroso!" (o sea "Uy [que] "ni [lo] vea [uno]")
Me ataca a mi la risa pero atino a preguntarle "¿Y qué es horroroso?"
¡Y me responde: "¡Pues, "cucho" toda la vida!" :-) :-) :-)
***
Es su mente no están por supuesto aún las asociaciones que un adulto le concede a la marca NIVEA tras décadas de grandes desempeños y muchos grandes productos; en su lectura sólo cabe lo primario que le ofrecen los signos
N I V E A
en la etiqueta, y luego una deducción (que resulta muy risible) sobre el contenido del frasco...
Me ha quedado muy claro lo que afirmara el profesor Douglas Holt de Harvard hace unos años: que las marcas deben ser vistas como culturas del producto, que en ellas se depositan asociaciones de múltiples fuentes (compañía, influenciadores, cultura popular, y sus consumidores), y así entonces, que la imagen verbal y visual desempeñan sólo la función de facilitar la identificación, más no la de aportar significado :-)
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